En el teatro del derecho, pocos actos son tan públicos y dramáticos como los grandes casos penales. Cuando un escándalo de corrupción estalla, un político es investigado o una figura pública se enfrenta a la justicia, los focos se encienden y los micrófonos se agolpan. Invariablemente, una figura emerge de entre la multitud: el abogado penalista mediático. Su nombre se convierte en titular, su rostro en un sinónimo de defensa de alto perfil, y su despacho, a menudo una boutique especializada, se consagra en el imaginario colectivo como el lugar al que acudir en tiempos de crisis.
Este fenómeno, visible en casi cualquier país, revela una verdad a medias. Porque mientras estos gladiadores legales libran sus batallas en la arena pública, otros titanes del derecho penal trabajan en la sombra. Son los socios y directores de las áreas de White-Collar Crime y Criminal Compliance de las grandes firmas de abogados, los gigantes corporativos del sector. Manejan casos de una complejidad y un impacto económico estratosféricos, pero sus nombres rara vez, o nunca, aparecen en la prensa.
La pregunta es inevitable: ¿Por qué esta asimetría? ¿Es que los abogados de las firmas boutique son más audaces o que los de las grandes firmas carecen de interés mediático? La respuesta es mucho más profunda y estratégica. No es una casualidad ni una debilidad. Es el resultado de un cálculo de negocio deliberado, una estrategia de marca sofisticada y una comprensión fundamental de que en el mundo legal, existen universos paralelos con reglas completamente distintas.
1. La Naturaleza del Espectáculo: El Magnetismo Inevitable del Derecho Penal
Para entender el silencio de unos, primero hay que comprender el ruido de otros. El derecho penal, en su esencia, es inherentemente mediático. A diferencia de una compleja reestructuración de deuda o una disputa sobre propiedad intelectual, los casos penales contienen los elementos de una narrativa universalmente atractiva:
- Drama Humano: Se juega la libertad, el honor y el futuro de una persona.
- Conflicto Moral: Explora los límites del bien y del mal, la culpa y la inocencia.
- Impacto Social: A menudo involucra asuntos de interés público como la corrupción, la seguridad o la justicia social.
Los medios de comunicación, cuya moneda es la atención de la audiencia, encuentran en estos casos un producto irresistible. El abogado penalista de la boutique, al posicionarse en el centro de esta narrativa, no solo defiende a su cliente, sino que construye su propia marca personal como un experto en crisis. Cada aparición en televisión es un anuncio, cada declaración a la prensa un testimonio de su valía. Para él, la visibilidad es el principal activo de su negocio.
2. El Blindaje de la Marca Institucional: El Riesgo de «Contaminación»
Aquí es donde entramos en el territorio de las grandes firmas y su calculado silencio. La marca de un despacho corporativo de primer nivel (un Big Law) no se construye sobre la figura de un solo abogado estrella, sino sobre pilares institucionales: discreción, confianza, sofisticación y, sobre todo, aversión al riesgo reputacional.
Su cliente principal no es el individuo en apuros, sino la junta directiva de un banco, un fondo de inversión internacional o una multinacional que cotiza en bolsa. Estos clientes contratan a la firma para que les asesore en transacciones de miles de millones de dólares, en complejas operaciones de fusión o en delicadas planificaciones fiscales. ¿Qué buscan en su firma de abogados? Estabilidad, predictibilidad y un aura de pulcritud inquebrantable.
Ahora, imaginemos que el socio que lidera el área penal de esa misma firma aparece todas las noches en televisión defendiendo a un cliente en un caso de lavado de activos altamente polémico. Aunque la defensa sea técnicamente brillante y éticamente impecable, ocurre un fenómeno peligroso: la contaminación de marca.
El escándalo, el ruido y la controversia del caso penal pueden «salpicar» la imagen sobria y aséptica que la firma ha tardado décadas en construir. El cliente corporativo que confía en la firma para su emisión de bonos no quiere ver el logo de «sus» abogados asociado a un drama mediático. Es un riesgo cruzado que la cúpula de la firma simplemente no está dispuesta a asumir. La discreción no es una opción; es el núcleo de su propuesta de valor.
3. Estrategias de Marketing Opuestas: Dos Públicos, Dos Manuales de Juego
Esta divergencia se manifiesta de forma aún más clara en las estrategias de marketing. Los medios masivos no son el canal de las grandes firmas.
- El Marketing de la Gran Firma (Modelo B2B – Business-to-Business):
- Público Objetivo: Un grupo reducido y sofisticado: Directores Legales (General Counsels), CEOs, CFOs y consejos de administración.
- Canales de Captación: No buscan clientes en la opinión pública, sino en círculos exclusivos. Su marketing se basa en:
- Rankings y Directorios: Liderar las clasificaciones de Chambers & Partners, The Legal 500 o Leaders League.
- Liderazgo de Pensamiento (Thought Leadership): Publicar artículos técnicos en revistas especializadas, organizar seminarios web sobre temas complejos, y redactar white papers que demuestren su profundo conocimiento.
- Networking de Alto Nivel: Participar en foros económicos, asociaciones empresariales y eventos donde se toman las grandes decisiones.
- Redes Sociales Dirigidas: Usar las redes sociales dirigiendo su mensaje a los mismos intereses de sus círculos de interés.
- El Mensaje: «Somos los más fiables, los más expertos, los más discretos. Somos una inversión segura».
- El Marketing de la Boutique Penal (Modelo B2C / B2B de Crisis):
- Público Objetivo: Individuos o empresas que enfrentan una crisis penal existencial y necesitan al «mejor» de forma inmediata.
- Canales de Captación: Su objetivo es el top-of-mind awareness (ser el primer nombre que viene a la mente). Sus canales son:
- Medios de Comunicación Masivos: La televisión, la radio y la prensa digital son su escaparate principal.
- Marca Personal del Socio Fundador: La reputación del abogado es la reputación de la firma. Su nombre es el activo principal.
- Resultados Públicos: Cada victoria o acuerdo favorable en un caso mediático es su mejor carta de presentación.
- Redes Sociales Ampliadas: Llegar indiscriminadamente a la mayor candidad de personas.
- El Mensaje: «Soy el mejor en el campo de batalla. Cuando todo esté perdido, yo soy tu única opción».
Conclusión: Dos Modelos de Éxito en Universos Paralelos
El hecho de que los penalistas de las grandes firmas no aparezcan en prensa no significa que no existan o que sean menos competentes. De hecho, a menudo manejan los casos de delincuencia económica más sofisticados del país, defendiendo a corporaciones enteras de acusaciones que podrían costarles miles de millones.
Su silencio no es un signo de debilidad, sino la manifestación más pura de su estrategia de marca. Es un silencio ensordecedor que le dice a su clientela corporativa: «Estamos aquí, somos los mejores, y el mundo nunca sabrá que estuvimos involucrados. Su problema se resolverá con la máxima eficacia y la más absoluta discreción».
Al final, no se trata de un modelo mejor que otro. Son dos ecosistemas legales que, aunque a veces se tocan, operan bajo lógicas fundamentalmente distintas. Uno vende el espectáculo de la defensa pública; el otro, el poder del trabajo invisible. Y en el complejo mercado legal de hoy, ambos son modelos de negocio extraordinariamente exitosos.